«Hace más de cincuenta años, cuando el mundo estaba vacilando al filo de una crisis nuclear, el santo Papa Juan XXIII escribió una encíclica en la cual no se conformaba con rechazar una guerra, sino que quiso transmitir una propuesta de paz. Dirigió su mensaje Pacem in terris a todo el «mundo católico », pero agregaba «y a todos los hombres de buena voluntad ». Ahora, frente al deterioro ambiental global, quiero dirigirme a cada persona que habita este planeta. En mi exhortación Evangelii gaudium, escribí a los miembros de la Iglesia en orden a movilizar un proceso de reforma misionera todavía pendiente.»

Así introduce el Papa Francisco la Encíclica «Laudeato si» sobre el cuidado de la Casa en la que vivimos. El cuidado de nuestra casa comienza por los que compartimos la Creación, y este cuidado no puede construirse fuera de la Justicia y la Paz.

Los Colegios Marianistas educamos en y para la Justicia y la Paz. Y también para hacer un mundo sostenible.

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